Lun. Nov 25th, 2024

Libia.- Pasada más de una semana de las inundaciones que asolaron Cirenaica, en el este de Libia, sigue habiendo incertidumbre sobre el número real de muertos y desaparecidos, y las enormes cifras de las estimaciones iniciales -alrededor de 20.000 muertos y desaparecidos- podrían aumentar.

Los gigantescos volúmenes de agua provocados por las lluvias del ciclón subtropical Daniel destruyeron dos presas en las inmediaciones de Derna, centro urbano que registró la destrucción de más de la mitad de sus edificios.

La situación en la ciudad, aislada desde hace tiempo del resto del país, parece dramática: la imposibilidad de recuperar numerosos cadáveres y la destrucción total de las infraestructuras hidráulicas han elevado el nivel de alarma por posibles epidemias.

Los equipos de rescate tienen como principales objetivos, en esta fase de emergencia, el suministro de agua potable a la población y el entierro de los muertos, para evitar que la ciudad, semidestruida, se convierta también en el centro de una catástrofe sanitaria.

Pero, aunque Derna es el mayor centro urbano golpeado por la furia de Daniel, otras zonas periféricas y rurales también se han visto afectadas y el personal de socorro se enfrenta a la dificultad de llegar físicamente a cada lugar.

A estos problemas se suman otros de carácter burocrático, al menos para las organizaciones extranjeras: la obtención de visados para entrar en el país es, de hecho, muy compleja, lo que ralentiza las operaciones de socorro.