Vaticano.- Miles de refugiados armenios obligados a abandonar la región tras las operaciones militares azerbaiyanas de los últimos días.
La diplomacia se mueve en la crisis de Nagorno-Karabaj: Armenia se separa de su tradicional aliado ruso y parece acercarse a Occidente, recibiendo la visita de algunos delegados estadounidenses de la administración Biden, que pidieron a Bakú garantías sobre el destino de los armenios de Nagorno-Karabaj.
También se refuerza la amistad histórica entre Turquía y Azerbaiyán. Europa, con Francia y Alemania a la cabeza, intenta mediar entre las presidencias armenia y azerbaiyana.
La Unión Europea ha enviado cinco millones de euros en ayuda humanitaria a la población.
Las operaciones militares de Azerbaiyán han causado gran preocupación por la situación humanitaria en la región de Nagorno-Karabaj, que corre el riesgo de deteriorarse aún más tras meses de bloqueos por parte azerbaiyana.
Según monseñor Mikel Bassalé, administrador apostólico del Ordinariato Armenio de Europa Oriental, «toda la población armenia podría abandonar la región».
De hecho, ya hay 13.000 refugiados armenios que huyen de Nagorno-Karabaj, región reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán pero habitada por la población armenia.
Información de: Vatican News