Vaticano.- Según las primeras informaciones difundidas por las autoridades ucranianas, una familia de nueve miembros, entre ellos dos niños de 9 y 5 años, fue exterminada por las tropas de ocupación rusas en la ciudad ucraniana de Volnovakha, en el Donbás, porque supuestamente se negaron a abandonar su casa y entregarla a las tropas de ocupación de Chechenia.
La fiscalía de Donetsk -bajo control ucraniano- también confirma el incidente y las imágenes de los nueve miembros masacrados, difundidas en las redes sociales, están alimentando una nueva ola de rabia e indignación.
Europa reitera su apoyo a Kyiv
Moscú no ha hecho ningún comentario sobre la masacre, y el presidente Putin ha acusado en cambio a los servicios occidentales y a los perfiles sociales ucranianos de fomentar violentas protestas antisemitas en el aeropuerto de Majachkalá, en la república rusa de Daguestán, donde decenas de personas asaltaron un avión procedente de Israel e hirieron a varios pasajeros que acababan de desembarcar. Acusaciones que Estados Unidos tachó de absurdas. Mientras tanto, el primer ministro holandés, Rutte, reitera que la guerra en Oriente Próximo no distrae a Europa de su pleno apoyo a Kyiv, mientras sobre el terreno se multiplican los ataques con misiles, tanto por parte ucraniana como rusa.
Fuerzas rusas «activas» en Bajmut y Kupiansk
En el frente, las tropas de Moscú vuelven al ataque en Bajmut. Rusia ha reforzado significativamente sus fuerzas en torno a la ciudad de Bajmut y sus soldados han pasado de una posición defensiva a «acciones activas», escribió en Telegram el general Oleksandr Syrskyi, comandante de las fuerzas terrestres ucranianas, calificando de «difícil» la situación en el frente oriental, donde las fuerzas rusas también están especialmente activas cerca de la ciudad de Kupiansk.
Marco Guerra – Ciudad del Vaticano